Tuesday, September 28, 2010

Cuento

Médico y Comerciante en los Nevados


En la ciudad de Nevados habitan un grupo de médicos cirujanos oriundos de Arrecifes y Nevados. Este par de profesionales son graduados de la misma universidad: San José de Nevados. El primero de ellos, Gabriel Daconte, reside en este lugar desde hace 15 años, actualmente vive con su familia y se encuentra radicado en dicho lugar. Por su parte Carlos Bornacelli es oriundo de esta ciudad y actualmente vive solo en un apartamento dejado por herencia. Este par de médicos laboran en el Hospital San Bartolomé desde hace 5 años. Ellos acostumbran a tomar el café antes de empezar sus labores en el Hospital.

Un día cualquiera, Gabriel va ingresando al Hospital cuando de repente se tropieza con Carlos y se saludan como de costumbre. Enseguida se dirigen a la cafetería y charlan sobre sus actividades. Dentro de esta conversación y de manera muy particular, Gabriel le comenta a su amigo que ha pensado a raíz del premio obtenido como Mejor Médico Nacional del Mes, en tomar un periodo de vacaciones, pues ha venido trabajando desde hace cinco (5) años de manera consecutiva. Carlos le sonríe y lo felicita, pero inmediatamente piensa en sus planes durante el tiempo en que Gabriel no estará en el Hospital. Genuinamente Gabriel se despide de Carlos, este último le desea felices vacaciones con la familia y pronto regreso.

Ya en la noche cuando Gabriel ha terminado las labores deja todo en orden y se dirige para su casa en donde lo espera su familia con el propósito de terminar de empacar sus maletas. Isabel del Bonce (su esposa), le propone alquilar un yate que los conduzca a Islas Amarillas, éste acepta la proposición de su esposa, mientras Juan Camilo y María Mónica empacan sus trajes de baño al igual que un amuleto de mar que les regaló su abuela paterna en las fiestas de navidades pasadas. Al mismo tiempo la niña se acuerda de guardar una gran cantidad de sus chocolates preferidos.

Ha amanecido y la familia emprende una nueva aventura, mientras guardan comida para proveerse en el viaje, Carlos en el Puerto de la ciudad decide arruinar las vacaciones de su colega, pues siempre ha sentido envidia laboral de su compañero y también envidia personal. Actúa rápidamente y se devuelve para el Hospital. Luego la familia Daconte del Bonce arriba al Puerto e inmediatamente se acomodan en el yate y emprenden su viaje.
Con el correr de los minutos, la familia disfruta del paisaje y las olas tranquilas que la naturaleza les provee y disfrutan del paseo, ya cayendo la tarde, se forma un tiempo de lluvia, el yate no resiste a las fuertes brisas, pues tiene poca gasolina, por lo cual, la familia se queda a la deriva en el mar, lo cual se ven obligados a pasar la noche en medio del mar. Al amanecer, el yate de la familia ha llegado a una pequeña isla, deciden desembarcar a tierra firme. Mientras Isabel en compañía de sus hijos se encarga de acomodar las cosas, Gabriel trata de buscar ayuda que les permita salir de la isla y dirigirse a Islas Margaritas.

Al pasar el día, la familia sentía cada vez más la necesidad de comida, pues ya habían agotado las medidas necesarias y sólo habían quedado los chocolates que había guardado María Mónica. Este se convirtió en el único alimento de la familia, pasaron una noche más fuera de casa y a la deriva, pues nadie pasaba por el lugar. Al día siguiente Gabriel va en busca de comida y encuentra camarones. Los lleva con su familia y agradecen a éste por llevarles comida. Al finalizar la noche, como habían comido tanto camarón Isabel decidió innovar y mezclar los chocolates de su hija con los camarones encontrados por Gabriel, teniendo la aprobación total por parte de sus hijos y de su esposo. Nuevamente pasaron la noche en la pequeña isla, esperanzados que con el nuevo día llegara ayuda que les permitiera volver a casa.

Al día siguiente, al caer el medio día, pasa un crucero, éstos toman la iniciativa de hacer un llamado para que los puedan ayudar, Juan Camilo y María Mónica presionan con fuerza su amuleto, mientras sus padres llaman la atención del Barco. Inmediatamente el Barco les envía un bote, ellos se embarcan en éste en compañía de los integrantes salvavidas del crucero. El crucero los lleva sorpresivamente a Islas Amarillas, la familia decide pasar el resto de sus vacaciones en este lugar.

Cuando retornan a la ciudad, Gabriel se encuentra con la sorpresa de que Carlos ha sido destituido del Hospital por fallas en recursos económicos y por falta de su ética. Isabel y Gabriel a raíz de lo vivido en aquella isla decidieron crear una microempresa de Camarones rellenos de Chocolate. Lo cual tuvieron mucho éxito, en la actualidad tienen varias sucursales en Nevados y extendieron por todo el país, al tiempo que ejerce su profesión como médico en su propio Hospital.

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